La ODAT es ya una oficina completa, tal y como explica el presidente de FAMMA, Javier Font: “Se cierra el círculo para dar cabida y cobertura total a las denuncias que recibimos, por un lado contamos con la parte jurídica y por otro con la técnica, cuando el arquitecto acude a la zona de la denuncia para conocer de primera mano los hechos”.

 

Esta oficina da respuesta en la actualidad a todas las demandas que llegan a FAMMA relativas a incumplimientos e infracciones en materia de accesibilidad y estudia y procura solventar todos aquellos casos de barreras, tanto físicas como comunicativas, que plantean no solamente las personas con discapacidad, sino instituciones y organismos tanto públicos como privados de todo tipo. “Asesoramos a comunidades de vecinos, particulares, incluso a la Administración, que pide a veces un informe tipo sobre cómo arreglar un problema de algún vecino”, explica Font.

 

 

La ODAT nació hace más de 10 años como una figura puramente jurídica, de ahí que su ampliación actual más técnica facilite la resolución integral de casi todos los casos. “Se hace el servicio integral, si ellos piden que sea de principio a fin, lo hacemos”, asegura Font. 

 

El equipo de trabajo es reducido pero completo, tres personas se encargan de todo el proceso de una denuncia o reclamación. Se trata de tres profesionales, un abogado, un arquitecto y un administrativo, que cubren todo el proceso si fuera necesario. Eso sí, advierte Font, “nosotros no llegamos a los juzgados, el nivel de conflictividad se reduce significativamente cuando intervenimos, porque intentamos mediar fundamentalmente y en el 80 por ciento de los casos se resuelve así”. Javier Font explica que, muchas veces, el problema es simplemente la desinformación: “hay que tener en cuenta que los administradores de fincas a menudo desconocen la normativa de eliminación de barreras, la ley de propiedad horizontal, y en eso colaboramos con ellos y también es cierto que los usuarios lo desconocen y por eso se genera gran incomprensión; con nuestra mediación resolvemos un alto porcentaje de casos sin conflicto y sin denuncia, sin problemas”. 

 

Como ocurrió con Jorge, que quiso ayudar a un amigo de Madrid para que su padre, con problemas de movilidad, pudiera acceder a su propia vivienda. Tras intentar solucionar el problema en instancias municipales, sin éxito, Jorge rastreó Internet y encontró la oficina de FAMMA: “Fueron muy atentos y efectivos, se interesaron automáticamente por la cuestión, hablaron con la comunidad de vecinos y llegaron a una solución”.

 

Y es que a menudo la resistencia es fácil de vencer, mediando, con palabras, asegura Jorge: “Los vecinos se niegan por inercia, y los expertos y conocedores de estas cuestiones técnicas se lo explicaron así que la comunidad de vecinos asumió su obligación”. 

 

La ODAT cerró 2013 con el 70% de los expedientes que recibió resueltos. El 30% restante de casos quedaron pendientes de resolver por gestiones burocráticas o decisiones que dependen de terceras personas o de colectividades (comunidades vecinales). Como bien insiste Font: "mediamos y resolvemos con un alto porcentaje de éxito porque muchas veces no es tanto el hacer un informe o poner una denuncia, sino informar a ambas partes sobre los derechos que tienen unos y las obligaciones que tienen otros".

 

El 54% de las denuncias de accesibilidad que recibió esta oficina durante 2013 estuvieron motivadas por incidencias relacionadas con el transporte, el resto eran por problemas de accesibilidad (falta de rampas o ascensores) en inmuebles, en colegios y centros educativos de todo tipo, en centros comerciales o tiendas y denuncias urbanísticas (vía pública).

 

Esta oficina también ha llevado a cabo durante 2013 trámites y gestiones ante organismos públicos para que los usuarios afectados directamente por los incumplimientos en materia de accesibilidad pudiesen hacer valer sus derechos. Durante los últimos dos años, esta oficina ha gestionado más de 250 denuncias relativas a incumplimientos en materia de accesibilidad. 

 

Y durante los meses de junio, julio y agosto de este año, el Gabinete de Accesibilidad Universal de FAMMA recibió 107 denuncias, de las cuales el 53% referían barreras en comunidades de propietarios, el 32% en espacios de ocio -entre los que se incluyen piscinas, etc.- y el 15% restante en transporte, colegios y otros. "Las principales barreras hoy en día las encontramos en la edificación vertical, en las comunidades de vecinos, después en el ocio, el transporte y demás", asegura Javier Font.

 

Al final, lo que está logrando esta oficina es crear una conciencia de derechos: "La creación de la oficina ha facilitado la dinámica de la denuncia, se ha creado conciencia y aumentan al ritmo que nosotros intervenimos y resolvemos, porque al final el boca a boca funciona". Lo que no funciona, y también lo explica Font, es el recurso público: "nuestra gente está cansada de denunciar porque la respuesta de la Administración en cuanto al nivel de contundencia y resolución de problemas es menos cero, de ahí que la credibilidad de la administración sea baja; ante el exceso de esfuerzos que tienen que hacer nuestros asociados teniendo en cuenta los niveles de movilidad reducida que presentan, las dificultades sociales, familiares, etc., es lógico que busquen otros recursos, porque te podría contar casos tremendos... y si hay final nosotros tampoco podemos solucionar un problema determinado, en pleno siglo XXI se dan casos de personas que no puede salir de su casa".

 

Y nos cuenta un caso que tienen entre manos: “una mujer que tiene que subir las escaleras con su hija en brazos, que necesita una adaptación y no logra que sus vecinos lo aprueben, es más le hacen la vida imposible”. Todavía no se ha solucionado, pero confían en que así sea. Hubo otro caso, el de Mercedes, que necesitaba una silla salva escaleras en una comunidad de vecinos que se resistía a instalarla y pagarla. Gracias a la mediación de la ODAT lo logró.

 

El boca a boca sigue siendo una vía de comunicación principal, pero la ODAT también cuenta con otros recursos: “utilizamos nuestras redes sociales y los medios de comunicación cuando sacamos casos concretos de discriminación por barreras”, explica Font. Desde este gabinete se hace una difusión activa para promocionar la labor del mismo y sus fines en aquellos foros, ámbitos y contextos de mayor relevancia, para captar nuevos casos con los que trabajar y para apostar por una accesibilidad integral y, por tanto, por los derechos de las personas. Se trabaja para que los productos, servicios o entornos tengan en cuenta tanto los requisitos óptimos de accesibilidad como los principios del diseño universal desde una óptica transversal. La ODAT pretende así fomentar en la sociedad, de una manera transversal y multidisciplinar, la accesibilidad y el diseño para todos, con el fin de avanzar hacia una sociedad más inclusiva y menos hostil para las personas con discapacidad.

 

Contacto:

Todas aquellas personas, empresas o instituciones que deseen hacer llegar al gabinete sus consultas referentes a accesibilidad y/o diseño universal pueden remitir su solicitud, así como pedir cita previa para resolver dudas, a través del correo electrónico odat@famma.org, con el fin de que un técnico especialista en la materia les brinde asesoramiento.

Teléfono: 91 593 35 50.

Más información en:

http://www.famma.org/accesibilidad/gabinete-de-accesibilidad